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El correcto estudio y ejecución de un proyecto son un elemento primordial, debido a que estará a constantes esfuerzos, siendo uno de los más importantes la actividad sísmica, pero más en un país como Chile con un historial de sismos frecuentes.
Los ingenieros coinciden en que una de las claves que posibilitan la construcción con hormigón armado es el uso del acero, permitiendo soportar de mejor manera el esfuerzo de tracción, ya que el hormigón presenta mejor comportamiento a la compresión.
Las estructuras compuestas por perfiles y vigas de acero, tienen la particularidad de soportar muy bien los sismos, debido a su condición de ductilidad. Esto se entiende como la capacidad de admitir deformaciones cuando se supera el límite elástico, sin romperse.
Las estructuras antisísmicas en la construcción, son aquellas que permiten soportar movimientos telúricos con resistencia superior. Los ingenieros encargados de este tipo de proyectos toman en cuenta algunos detalles esenciales para poder hacerlos menos vulnerables a estas circunstancias adversas.
La construcción antisísmica comprende todas las edificaciones e infraestructuras construidas para soportar movimientos sísmicos sin desplomarse.
Los cimientos resistentes son la primera línea de defensa de las estructuras. Tener bases bien asentadas en el suelo, ayuda a las edificaciones a mantenerse de pie cuando suceden sismos y cuando se dan condiciones climáticas adversas.
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Existen varios tipos de cimientos. Los marcos rígidos de acero proporcionan aún más protección para las edificaciones. Las vigas de acero se han utilizado como marco para todo tipo de construcción, y han sido la mejor opción durante décadas. Además de la fuerza proporcionada por las vigas, estas son una opción sismo resistente que no se corroe con el tiempo.
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