En artículos anteriores detallamos por qué el acero es un material amigable con el medio ambiente. Debido a sus cualidades a la hora de reciclarlo una y otra vez sin perder sus propiedades y sin que su calidad se vea mermada. Esto posiciona al acero como la materia prima más reciclada del mundo.
Surge entonces la siguiente interrogante ¿Qué pasa con la Industria del acero?, ¿hasta qué punto su producción se enmarca dentro de un proceso amigable con el medio ambiente?
Existen dos formas más usuales de producir acero: Altos hornos y Hornos eléctricos.
Requieren de grandes cantidades de carbón coquizable, siendo un proceso alto en emisiones contaminantes.
Que son a base de chatarra de acero y más bajo en emisiones.
A nivel mundial la producción aún está dividida en estas dos variantes, mientras EEUU posee la mayor parte de siderúrgicas con Horno de Arco eléctrico, dentro del porcentaje de producción representa un valor muy mínimo frente a los dos principales productores que son China (57%) e India (7%).
En el año 2018 China tomó cartas en el asunto y ordenó a los gobiernos locales la disminución de la producción en las plantas más contaminantes y cerró aquellos que por tecnología estaban obsoletos. Hoy en día el 90% de su producción se basa en altos hornos y solo el 10% en hornos de arco eléctrico.
Pekín se comprometió a dar de baja paulatinamente la producción de acero en altos hornos, para llegar el 2050 a alcanzar la ambiciosa meta de cero emisiones netas.
Nos surge inmediatamente la pregunta obvia ¿Qué pasa en la industria nacional? Se comienzan a tomar medidas en la dirección correcta y VH está impulsando cambios concretos en ese sentido tales como la compra de materia prima privilegiando proveedores menos contaminantes y además utilizando energías renovables en los procesos productivos internos.